Ración 250 g
Se llama fruta confitada a la que se sumerge y se cocina posteriormente en almíbar para que pierda su humedad interior, de manera que pueda conservarse sin riesgo de putrefacción. Las frutas confitadas suelen emplearse en la elaboración de ciertos bollos, y forman parte de la repostería española típica de la Navidad.
La fruta confitada tiene múltiples propiedades y cualidades que la convierten en un recurso muy útil en la alimentación de personas de todas las edades. La más destacada está vinculada a su capacidad para mantenerse en condiciones óptimas. Conservan su sabor, jugosidad, su color, textura, aroma y gusto, por lo que mantiene muchas de las cualidades de la fruta fresca. Eso sí, con un mayor contenido en hidratos de carbono (principalmente azúcares) y habiendo perdido la vitamina C.